Interés simple o compuesto ¿cuál es la diferencia?

 Hablando en términos financieros, el interés es la ganancia que se genera ya sea por el otorgamiento de un crédito o por las inversiones que se realizan en determinados productos. Existen dos tipos, el interés simple y el interés compuesto.


 

 

Debe considerarse que el interés no representa lo mismo para ambos productos:

Cuando se contrata un crédito bancario, por ejemplo, se busca la tasa de interés más baja posible para que el préstamo nos resulte más barato.
En contraparte, cuando se invierte dinero en algún instrumento, lo que normalmente se busca es un mayor interés para que al final del proceso de inversión, el dinero con el que empecé, haya registrado un crecimiento que entre mayor sea, mejor.
Pero dentro del concepto de interés, hay variables: el interés simple y el interés compuesto ¿Cuál es la diferencia y cuál es el más conveniente? Aquí lo explicamos:

El interés simple
Por una parte tenemos el interés simple, que es el que se genera sobre un capital inicial y a determinado plazo, sin opción a reinvertirse.

Un ejemplo claro de esto, es cuando alguien mete su dinero a un banco por un determinado plazo y con una tasa de interés preestablecida. Al finalizar el periodo, se entrega el recurso, con el interés generado en dicho periodo.

Pero pongámonos más concisos: si yo invierto 100 pesos a un año con una tasa de 10%, al final de ese año, mi dinero habrá crecido apenas 110 pesos. Ese será el recurso que obtendré al concluir el periodo, y hasta ahí. Lo mismo aplica para el interés simple en los créditos que otorgan las instituciones financieras.

El interés simple, en el caso de las inversiones, se utiliza más en personas que no quieren correr tanto riesgo en su inversión.

El interés compuesto
En el otro lado de la acera, se encuentra el interés compuesto. Es aquel que se va sumando al capital inicial para generar nuevos intereses, lo que produce un efecto multiplicador. Es decir, los intereses generados en un periodo, generan nuevos intereses y van acrecentando el rendimiento en el tiempo.

Volviendo al ejemplo de los 100 pesos invertidos a un año con una tasa de 10%. Otra vez, al finalizar el periodo se tendrán esos 110 pesos, pero si se maneja el interés compuesto, se vuelven a invertir esos 110 pesos y al finalizar un nuevo periodo, se habrá generado otro interés, ahora de 11 pesos, por lo que el monto crece a 121 pesos.

El interés compuesto aplica para aquellos inversionistas un poco más arriesgados y que buscan mayores rendimientos por su dinero, ya que se genera interés sobre el interés.

Uno de los consejos más útiles y prácticos para los inversionistas es que ahorren los rendimientos que obtienen ya sea anual o mensualmente. Al reinvertirlos aprovecharán el potencial del interés compuesto, el resultado siempre será el de obtener más ganancias a largo plazo.

Hay que tener cuidado en los créditos
El interés compuesto así como puede ser benéfico para los inversionistas a mediano plazo, ocurre lo contrario para quienes tienen un crédito. Este ejemplo lo vemos más recurrentemente en las tarjetas de crédito cuando se paga el mínimo. Aquí se va generando interés sobre interés, y por lo tanto la deuda se hace interminable.

Puedes conocer más en el sitio de CONDUSEF.

En Wortev Capital puedes aprovechar los beneficios del interés compuesto al reinvertir tu dinero. No ocurre de manera automática, pero puedes integrar tus rendimientos como si fuera una nueva inversión y en el momento que tú decidas.


Fuente
https://wortev.capital/interes-simple-o-compuesto-cual-es-la-diferencia/#.X4-WxNJKhdg

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